Querido idiota,
No sabes cuántas veces he roto ya está carta, pero si la lees es que me has empujado a enviarla. No quiero que te ofendas, pero eres gilipollas. Has pasado toda la vida quejándote de que te sientes controlado y cuando encuentras a alguien que te enseña a usar las alas… vas y dejas de volver al nido.
Te quiero, pero me he cansado de no recibir lo que doy; en realidad, me he hartado de no recibir nada. Nunca he querido que estuvieras todo el día pendiente de mí, pero tampoco quería ser la última de tus prioridades. Siento decirte que tu forma de querer no está nada lograda y prefiero ir con quien me quiera menos, pero me quiera bien.
Me acabo de dar cuenta de que he necesitado 5 peros para despedirme de ti, para que veas si me ha costado excusarme. Tú, poniendo las cosas difíciles hasta el final. Y no, no me apetece que seamos amigos, de esos ya tengo muchos. Lo único que espero es que acabes encontrando a alguien a quien te apetezca cuidar.
POSDATA: vete a la gran mierda.